miércoles, 17 de noviembre de 2010

CRÓNICA UNIQUINDÍO
“AUTOMUTILACION”
Escrito por: Alejandra Marcillo Grajales
Alumna de Comunicación Social, Universidad del Quindío, 2010 
                                                             
UN VICIO COMO CUALQUIER OTRO

“La expresión interna de un grito interno”. Cielo Latini.
Una conducta compulsiva y adictiva al igual que las drogas.

La automutilación, también llamada autolesión, autoflagelación o self- injury en ingles, es un trastorno psicológico que consiste en infringirse daño, sin intención de cometer suicidio. En la ciudad de Armenia, Colombia, vive María José Cifuentes, una joven de 17 años, que como muchas personas en el mundo, posee este grave trastorno. Esta es una conducta compulsiva y adictiva que al igual que las drogas, lleva a un aumento gradual de su práctica. Aunque no sea socialmente aceptado, dicho comportamiento es más común de lo que parece, se ha presentado, en mayor proporción, según estadísticas de la Cornell University, Nueva York, en jóvenes de 13 a 15 años del género femenino.
En la ciudad de Armenia Colombia vive María José Cifuentes una joven de 17 años, estudiante del grado once en el colegio INEM. Ella al igual que muchos jóvenes de su edad posee este grave trastorno psicológico, aparentemente lleva una vida normal, tiene una vida social activa, afirma no pertenecer a ninguna ‘subcultura’ en la que algunas veces se cree que se autolesionan como los ‘emos’ o los ‘góticos’, vive con sus dos padres y sus dos hermanas menores, tiene muy buenas calificaciones en el colegio, incluso, al graduarse sueña con estudiar arquitectura. Muy pocas personas se imaginan la clase de trastorno que Mª José posee.
Ella, desde muy corta edad, hacia junio de 2000 aproximadamente, empezó a sufrir de depresiones muy graves, María José dice: “Desde que tengo memoria he sufrido de muchas depresiones, los psiquiatras me han recetado fuertes medicamentos para controlarlo, pero solo lo hacen por un momento, así que decidí buscar una salida -expresando mi dolor en mi cuerpo-. Un día estando yo en internet encontré algo sobre este tema de la automutilación que la verdad me tranquilizó mucho por que descubrí que no era la única que lo hacía. En esto encontré una especie de apoyo, ya que descubrí que podía contarle a gente igual que yo, lo que me pasaba”.
Majo, como me pidió que la llamara, dice que cree que las depresiones surgieron al principio por falta de sus padres en su vida, ya que ellos mantienen muy ocupados y casi no comparten tiempo con ella. Dice que los compañeros del colegio, que son los únicos que conoce, “no la comprenden” y que eso la hace sentir muy sola. Además de que físicamente empezó a sentirse diferente a las demás niñas de su edad y hasta de sus hermanas con las que casi no habla, diferente, dice, de una manera “fea”.
Ya que los medicamentos recetados por los médicos para la depresión, no eran muy eficaces, Majo, en agosto del 2005, desde la corta edad de doce años empezó a autolesionarse. El Truth Hurts, realizado por la Camelot Foundation y la Mental Health Foundation, en Europa, revela que la edad media a la que empieza esta conducta es los 12 años, pero incluso hay niños de cinco y siete años que lo hacen. “Empecé, -dice- rasguñándome superficialmente los brazos con mis uñas, superficialmente porque la verdad sentía mucho dolor al hacerlo, lo hice de esta manera durante un poco más de un año, hasta que empecé a comprar licor para que mi cuerpo se adormeciera y así no sentir tanto dolor. Después de un tiempo compré una navaja, y empecé a cortarme los brazos, al hacerlo me sentía bien, ya no sentía dolor debido al licor que ingería, un día mi mamá descubrió que estaba un poco tomada y me regañó mucho, en ese momento me empecé a cortar no solo mis brazos sino también mis piernas”.






Se han encontrado alarmantes cifras sobre los familiares y allegados de las personas que se automutilan, ellos prefieren ignorar el tema, por un simple miedo a resultar afectados por él. Ron Best (2005), profesor de educación en la Universidad Roehampton, dijo: “Es similar al abuso sexual infantil en los años 80, la gente no tiene idea de que está pasando a menos que se enfrente al problema. La realidad es que cuando descubren que un chico se estuvo lastimando, prefieren ignorar el tema en lugar de abordarlo, no quieren hacerse cargo de la cuestión”. “Discutir la autoflagelación con ellos puede tener un impacto psicológico en las personas”. Majo tiene suerte de que este no sea el caso de su madre.

La madre de María José, la señora Consuelo Perdomo, afirma haberse enterado desde hace muy poco de la situación de su hija, una mañana hace solo seis meses, hacia mayo de 2010, cuando entró en su habitación y vio los cortes q ella tenía en sus brazos. Doña Consuelo dice que toda la vida pensó que su hija era una persona reservada y conservadora ya que se vestía de tal manera que no dejaba ver mucha piel al descubierto, incluso en los días calurosos. “Tal vez fue la música tan estruendosa que escucha lo que le hizo pensar esas bobadas” afirma Consuelo. El líder de la banda Slipknot, Corey Taylor, ha negado que la música y letras de la banda alienten a los jóvenes a la autoflagelación: “Si estás dispuesto a lastimarte a ti mismo, no es la música lo que lo está ocasionando,” señaló.

Doña Consuelo dice: “Aunque yo sabía que mi hija tenía problemas con este asunto de la depresión, nunca pensé que llegaría a tal punto de lastimarse a sí misma, incluso llegué a pensar que la depresión de Majo era algo que había quedado en el pasado, ahora me doy cuenta que lo de la ropa es solo para esconder las marcas de su cuerpo”. La psicóloga Cecilia Quero Vásquez (2008), explica: “Alguien con depresión profunda puede comenzar a agredirse para desplazar el dolor emocional que le resulta insoportable, y lo transforma en una experiencia física que siente que puede controlar mejor, ya que la profundidad, número y tamaño de las lesiones obedece a una decisión personal. También hay ocasiones en que encontramos individuos que se hacen heridas porque consideran que es una forma de ‘entrenarse' en el manejo de experiencias difíciles y tristes”.

“La depresión, produce una dificultad para sentir sentimientos positivos (alegría, placer, goce, entusiasmo, deseo), por el contrario, deja intacta la capacidad de sentir lo desagradable (un ruido molesto, una contrariedad, lo penoso y trabajoso, el trato hostil o áspero de los demás). Cuando la persona, por su talante anterior, guarda las apariencias y no dirige la rabia hacia el exterior, la vuelve un comportamiento autolesivo”, Catalán Bitrian (2003). Majo dice: “tal vez solo lo hago para liberar todo lo que siento por dentro, la tristeza, la rabia y la impotencia que me mata internamente al no poder cambiar la historia de mi vida”.

Hacia mayo de 2010, María José al darse cuenta de que su mamá se enteró de lo que le sucedía no vio otra salida que empeorar su propia situación, haciéndose cortes todavía mas profundos y en otras partes del cuerpo, al mismo tiempo en el que le negaba todo. “solo sentía demasiado miedo de la reacción de mi mamá, no me asustaba que le contara a mi papá, porque yo se que a él no le importa lo que pase conmigo, lo que más me asustaba era que mi mamá me llevara a una especie de ‘manicomio’, por así decirlo, en el que se encuentra mi tía Martha, ella sufre de una enfermedad mental que en este momento no recuerdo como se llama, eso de verdad me asustaba mucho”. Dice Majo.

“Mi mamá empezó a volverse algo histérica respecto a esta situación, yo solo le decía: ‘mamá no me moleste, son solo rasguños del gato de Jessica’, mi supuesta mejor amiga, hasta que empecé a cansarme de esto, y al final, exactamente hace dos meses en septiembre de 2010 le conté todo. Ella no sabía qué hacer, le dije que no hiciera nada, que esto era mi problema y yo podía salir sola de él, por unos días se tranquilizó, pero un día como 3 semanas después, tuve un pequeño accidente con una navaja y casi me desangro. Me llevaron al hospital, me curaron, y luego volví donde el psiquiatra, el cual como siempre no me sirvió de nada.” Afirma María José.

Desde entonces María José y Doña Consuelo, su madre, van juntas a algunas terapias con diferentes psiquiatras, las cuales han disminuido un poco los episodios de automutilación de Majo. Ella dice que desde entonces su mamá se ha acercado mucho a ella, y eso la hace sentir mucho mejor. Doña Consuelo dice que hará lo que sea posible para que su hija se comporte como debe y deje de hacer eso, porque le sigue preocupando mucho el asunto del suicidio que puede llegar a cometer su hija, además de un posible alcoholismo.

María José afirmó haber recibido medicamentos para la depresión, que no le daban un buen resultado, entre estos medicamentos se encontró uno que no era para la depresión sino para la epilepsia. Un estudio realizado por investigadores del Charité University Medical Center de Berlín (Alemania), ha demostrado que los nuevos fármacos para la epilepsia como levetiracetam, topiramato o vigabatrin, aun mas que los demás, aumentan el riesgo de que los pacientes se autolesionen o muestren conductas suicidas. Yo pienso que tal vez estos medicamentos hayan ayudado a que la situación de Majo empeorara. Además de esto, ya se encuentra un antecedente familiar, una tía materna, posee también depresiones, episodios esquizofrénicos y psicosis (las personas con esquizofrenia tienden a la automutilación), lo cual la llevó a ser internada en un centro médico para enfermedades mentales fuera del país.

Para los años 2007-2009, en Colombia un 11,7 % de los pacientes que acuden a un servicio de urgencia por una conducta auto-lesiva, presentan laceraciones auto-infringidas. Al revisar esta cifra, pero incluyendo hospitales cárceles e instituciones asilares la auto laceración da cuenta del 17,5% de las conductas auto-lesivas. Los que buscan ayuda se encuentran con el ridículo y el desprecio, de ahí que lo lleven en secreto. Por este motivo, se cree que las cifras están infravaloradas, es decir, que en un aula de 40, puede que haya más de cuatro que se corten, se quemen, se arañen, se muerdan, para aliviar su ansiedad, y sin que nadie lo sepa. Un estudio realizado en la Cornell University de Nueva York, demostró en el actual año 2010 que el comportamiento auto-lesivo se presenta en mayor proporción en jóvenes de 13 a 15 años de género femenino como se puede observar en la siguiente tabla:



Personas con índices de automutilación según edad y sexo

GRUPOS DE EDADES
FEMENINO
MASCULINO
TOTAL
%
Menos de 10 años
1
3
4
4,70
10 a 13
20
3
23
28,2
13 a 15
41
4
45
54,7
mayores de 15 años
7
6
13
14,1
total
69
16
85
100

«Nos faltan datos, pero creemos que está mucho más extendido de lo que parece», dijo Janis Whitlock, directora del proyecto de investigación sobre comportamiento autoagresivo de la Cornell University, en Nueva York.

“Ahora sigo las terapias, y he vuelto a cortarme muy pocas veces desde entonces, dejar la automutilación es mucho más difícil de lo que es empezar, yo quiero dejarlo pero me cuesta mucho cada día. El asunto del alcohol es muy diferente, porque nunca llegué a enviciarme tanto con él como lo hice con los cortes, aunque también estoy en terapias para no caer en eso”, afirma Majo. En un futuro se espera que la joven María José Cifuentes continúe correctamente con las terapias, se espera también que su madre la siga apoyando como ha venido haciéndolo desde que se enteró. Claro que con temas como estos siempre son posibles las recaídas, pero personalmente considero a María José una persona muy fuerte y con mucha fuerza de voluntad y aunque sea difícil para ella y las personas cercanas a ella, sé que va a lograr terminar totalmente con este problema.








Referencias bibliográficas:


Catalán Bitrián, José Luis. (2003) 05-20. Conducta y depresión. http://www.cop.es/colegiados/A-00512/conducta.html.

Quero Vásquez, Cecilia. (2008) 06-12. Autolesión: El dolor como remedio. http://www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=1739.

Best, Ron. (2005) 01-25. The Observer. Alarmante epidemia de autoflagelación entre los jóvenes británicos. http://edant.clarin.com/diario/2005/01/25/conexiones/t-910020.htm.
http://www.youtube.com/watch?v=7ODo4pnl78Q&feature=related